RADIESTESIA PENDULAR

Terapia energética con péndulo hebreo

Es una técnica de sanación de personas y lugares, cuyas bases provienen del Siglo II A.C. cuando un Pueblo Judío estudiaba virtudes ocultas de plantas y minerales. Fue redescubierta y desarrollada como técnica en el siglo XXI por el médico radiestesista Pierre Gellie. Se aplica para detectar las alteraciones en los flujos energéticos que causan “interrupciones” en el campo áurico de las personas o entornos, y favorece el regreso al flujo normal de energía que promueve el bienestar y la salud. Su efecto permite además cortar con todo tipo de magias auto generadas o generada por terceros. La magia es una energía psíquica generada por uno mismo, generalmente originada por miedos, desesperación, sufrimientos y todo aquello que desvirtúa nuestra capacidad de percibir la vida. Con esta técnica aliviamos estas emociones que no son útiles y afines a nuestro crecimiento, sintiéndonos más libres y sin ataduras logrando esa armonía y bienestar que tanto ansiamos, y nos impulsa hacia nuestra evolución.

El Péndulo Hebreo o Matutelet

Básicamente consiste en un cuerpo cilíndrico confeccionado en madera de nogal o haya despolarizadas, que funciona también como aislante de energías. Posee dos extremos acabados de manera distinta creando un efecto bipolar con dos funciones: la radiestésica (para diagnosticar) y la radiónica (para sanar). Cuenta con un cordel que pasa por su centro, realizado en medidas específicas al igual que el resto de las medidas del cuerpo del péndulo. El péndulo se utiliza en conjunción con ideogramas provenientes de un alfabeto sagrado, escrito sobre una serie de etiquetas de papel que lo cubre (camisas), donde cada letra tiene un significado y una vibración específica incorporada.

En busca del Equilibrio

Durante la sesión se realiza un “barrido energético” que eleva la frecuencia vibratoria de nuestro campo áurico, energizando nuestro cuerpo y logrando efectos específicamente buscados. Los pacientes expresan durante y después de las sesiones sentirse más armónicos, comienzan a desapegarse emocionalmente -no físicamente- de las personas y situaciones que consideran nocivas en su vida. Son sensaciones y verdades que se experimentan y descubren a través de las sesiones, “ una nueva mirada de la vida, más feliz y libre”.